Granada
La historia está en el silencio
de las piedras
las empinadas callejuelas
los jardines de los cármenes
pinos y palmeras,
cipreses y buganvillas.
Está en el collar de la sierra,
la quebrada luz de la luna
estrellas confusas
sangre que corre y corre
bajo las aguas musicales
de la Alhambra.
Saliendo de las piedras
oigo la voz de una mujer
Me quedé sola, un sacrificio
que ninguna historia contará.
Ayudé a mis hijos a huir,
para mí, no hubo tiempo.
Cuando la violencia me rodee,
déjame saltar al cielo
deja que el cielo se convierta en agua
y me lleve con sus mareas.
Respiraré el aire del mar
en vez de estar aquí
en la implacable luz del día
con una voz demasiado muda
para llorar.
Granada
A história está no silêncio
das pedras
nas íngremes ruas
nos jardins dos cármenes
pinheiros e palmeiras,
ciprestes e buganvílias.
Está no colar da serra,
na quebrada luz da lua
nas estrelas confusas
sangue corre e corre
sob as águas musicais
da Alhambra.
Saindo das pedras
chega a voz de uma mulher
Fiquei sozinha, um sacrifício
que nenhuma história contará.
Ajudei os meus filhos a fugir,
para mim, não houve tempo.
Quando a violência me rodear,
deixa-me saltar para o céu
deixa que o céu se converta em água
e me leve com suas marés.
Respirarei o ar do mar
em vez de estar aqui
na implacável luz do dia
com uma voz muito muda
para chorar.
La historia está en el silencio
de las piedras
las empinadas callejuelas
los jardines de los cármenes
pinos y palmeras,
cipreses y buganvillas.
Está en el collar de la sierra,
la quebrada luz de la luna
estrellas confusas
sangre que corre y corre
bajo las aguas musicales
de la Alhambra.
Saliendo de las piedras
oigo la voz de una mujer
Me quedé sola, un sacrificio
que ninguna historia contará.
Ayudé a mis hijos a huir,
para mí, no hubo tiempo.
Cuando la violencia me rodee,
déjame saltar al cielo
deja que el cielo se convierta en agua
y me lleve con sus mareas.
Respiraré el aire del mar
en vez de estar aquí
en la implacable luz del día
con una voz demasiado muda
para llorar.
Granada
A história está no silêncio
das pedras
nas íngremes ruas
nos jardins dos cármenes
pinheiros e palmeiras,
ciprestes e buganvílias.
Está no colar da serra,
na quebrada luz da lua
nas estrelas confusas
sangue corre e corre
sob as águas musicais
da Alhambra.
Saindo das pedras
chega a voz de uma mulher
Fiquei sozinha, um sacrifício
que nenhuma história contará.
Ajudei os meus filhos a fugir,
para mim, não houve tempo.
Quando a violência me rodear,
deixa-me saltar para o céu
deixa que o céu se converta em água
e me leve com suas marés.
Respirarei o ar do mar
em vez de estar aqui
na implacável luz do dia
com uma voz muito muda
para chorar.